Una mujer es condenada a 30 años de cárcel por parir a un bebé muerto

Con cierta frecuencia nos llegan noticias de mujeres que son condenadas a pena de prisión después de intentar acabar con la vida de sus bebés o incluso de dejarlos abandonados en cualquier lugar. Sin embargo, la que hemos conocido hoy nos resulta realmente sorprendente e incluso fuera de lógica. Y es que nos hemos despertado con la información de que una fémina ha sido condenada a 30 años de cárcel por haber dado a luz a un bebé muerto.

La protagonista

La mujer que ahora se enfrenta a esa pena privativa de libertad de tres décadas no es otra que Teodora del Carmen Vásquez que es oriunda de El Salvador y que lleva ya ocho años en una cárcel de su país por esa sentencia que resulta realmente injusta.

Los hechos

Cuando la citada fémina contaba 24 años de edad fue cuando se produjeron los hechos que ahora nos han escandalizado y sorprendido a partes iguales. En aquel momento lo que sucedió fue que estaba embarazada y un día, cuando ya se encontraba en la recta final del periodo de gestación, sufrió un contundente dolor en el vientre. Estaba sola en casa por lo que rápidamente llamó al servicio de urgencias para recibir asistencia. Sin embargo, poco después y antes de recibir ayuda, rompió aguas y comenzó a sangrar de manera abundante, lo que provocó que se desmayara.

Tiempo después se despertó y se vio rodeada de agentes de policía. Había dado a luz al bebé, pero este se encontraba muerto. Una circunstancia esta que hizo que los citados agentes de la autoridad se la llevaran detenida, acusada de asesinato e intento de aborto. Tanto es así que fue ingresada en el calabozo en ese momento, sin recibir ningún tipo de asistencia médica. Es más, parece ser que fue pasadas unas horas cuando se le atendió.

La condena

En su país, El Salvador, el aborto está considerado un delito en cualquier circunstancia, es decir, no hay ninguna circunstancia, como puede ser el haber sido víctima de una violación, que justifique y permita decidir no tener el hijo que se está esperando. Y precisamente esa circunstancia fue la que hizo que se acusara directamente a Teodora y se la condenara a pena de cárcel de 30 años.

Sin embargo, esa sentencia se considera injusta por muchas cosas:

• La mujer en ningún momento abortó. Llevó a cabo todo el periodo de gestación, compartió su estado con toda su familia, especialmente con sus padres y con su hijo que ya tenía de 4 años, e incluso le pidió a su hermana (Cecilia) que cuando diera a luz fuera la que se encargara de cuidarle el bebé mientras ella seguía acudiendo a trabajar. Y es que el horario que tenía, de 6 a 21 horas, le iba a impedir hacerlo y había que llevar dinero a la casa.

• Quería al niño que venía en camino, como lo demuestra el hecho de que le había ido comprando algún juguete y también distintas prendas de ropa.

• En todo momento, la condenada ha declarado que si no pudo acudir a las citas médicas habituales a las que van las gestantes es porque no tenía dinero suficiente para hacerlo.

• El juicio, que fue de tipo exprés, no permitió que la citada hermana de la rea pudiera declarar para dejar constancia de que esa estaba ilusionada con el nacimiento del pequeño y ya habían acordado quién se iba a hacer cargo durante el día del mismo.

Polémica

Por todas estas circunstancias, se ha generado en estos momentos una gran polémica al considerarse que tanto el juicio que se le realizó a esta salvadoreña como la condena de treinta años son injustos. De ahí que Amnistía Internacional se encuentre ahora llevando a cabo una campaña de recogida de apoyos a Teodora, que lleva ya ocho años en la cárcel y que sólo puede ver una vez al año a su hijo, de 12, pues la familia no tiene suficientes recursos económicos para poder afrontar los gastos de un desplazamiento más frecuente.

En concreto, lo que se está haciendo a través de dicha organización internacional es recoger firmas de apoyo para, de esta manera, llevárselas al Ministro de Justicia de El Salvador con el claro objetivo de que este libere de forma inmediata a la mujer. Una liberación que se consideraría lógica al determinar que lo que tuvo fue un juicio carente de dignidad que le dio una condena injusta.

Habrá que esperar ahora para ver qué sucede con Teodora, si consigue su propósito y logra salir de prisión, pues, como sigue argumentando y defendiendo en todo momento, los delitos que se le imputaron no fueron ciertos, ya que jamás quiso abortar. Es más, reconoce que estaba muy ilusionada con la llegada del nuevo bebé.