Un hombre es condenado por dejar embarazada doce veces a su hija

Cuando pensamos en los padres se nos viene a la mente la figura de una persona fundamental en la vida de cualquiera de nosotros, es más, los vemos como los hombres perfectos, los que siempre están ahí, los que nos apoyan de manera incondicional, los que nunca nos fallan. No obstante, lamentablemente hay mujeres que no pueden ver a los suyos de esa manera. Este sería el caso de Gisela, una fémina argentina que ha tenido que sufrir durante más de tres décadas los abusos de su progenitor.

Abuso paterno

Estos días ha sido cuando se ha dado a conocer en los medios de comunicación el caso tan doloroso y cruel por el que ha tenido que pasar la citada fémina. En concreto, se ha hecho público que esta, durante más de treinta años, ha sufrido el abuso sexual de su padre, Héctor Neris Cardozo, que ahora cuenta con 70 años de edad.

Todo dio comienzo cuando la madre de Gisela decidió, décadas atrás, abandonar el hogar familiar, pues ya no podía aguantar más los tratos vejatorios, las palizas y los insultos que de manera constante le daba su esposo. Se marchó de casa y lo hizo dejando a sus hijas allí, lo que supuso que comenzara el infierno para estas.

El padre fue en ese momento cuando empezó a abusar de las mismas, en un primer instante, lejos del hogar, pero luego ya en la propia casa. Esta situación provocó que la menor, se escapara de la vivienda y se refugiara en la de un vecino, al que le contó los malos tratos físicos de su padre, con el que no volvió a convivir.

Lo que provocó todo eso fue que Gisela viera como su infierno se acrecentaba. Los abusos eran constantes y así, con sólo 15 años, se quedó embarazada por primera vez.

Denuncia

Treinta años después de que comenzara a ser objetivo de los abusos sexuales de su padre y de quedarse doce veces embarazada del mismo, aunque perdió cuatro hijos, tres en abortos naturales y uno a los ocho meses de vida, Gisela ha decidido denunciar su caso ante las autoridades policiales.

Nada más enterarse de la noticia, su progenitor no dudó en acudir a su casa para intentar atacarla, pero se encontró con la figura del novio de una de sus hijas. Sin embargo, eso no le impidió intentar herirlas, lo que pasa que, en este caso, fue el joven el que se llevó el daño pues recibió los golpes de un hacha.

Condena

Este peliagudo, trágico y escalofriante caso ha sido llevado a los tribunales. En concreto, se ha saldado con una condena de 35 años de cárcel para Héctor Neris Cardozo, que ha preferido acatar esta antes de acudir a un juicio oral. Y es que las pruebas que le incriminan son irrefutables, pues además del propio testimonio de sus hijas se encuentran los resultados de ADN de los vástagos de Gisela, que dejan patente que su abuelo es a la vez su padre.

Cómo prevenir abusos sexuales infantiles

Realmente complicado es poder evitar que los niños puedan sufrir abusos sexuales, ya sea en su entorno familiar o fuera del mismo, porque nunca se pueden tener todas las situaciones bajo control ni tampoco a las personas. No obstante, es importante que los padres, desde temprana edad, tomen una serie de medidas importantes al respecto, tal y como manifiesta Carlos Pajuelo (Psicólogo):

• Lo primero es que pronto los adultos les hablen a los niños de esas posibles situaciones. Esto es algo que pueden hacer recurriendo al uso de determinadas herramientas como la guía llamada “La regla de Kiko”, que resulta muy eficaz para que los pequeños aprendan a estar alertas a ciertas situaciones. Asimismo a los padres les ayuda notablemente a poder explicarles lo que desean al respecto de una forma sencilla, comprensible y sin pudor.

• Es necesario que les dejen claro que hay partes de su cuerpo que son sólo suyas y que nadie debe tocárselas o besárselas.

• También es vital que se les diga que si alguien les acaricia esas zonas y les dicen que no digan nada, porque es un secreto, deben decirles que “no” y, de manera inmediata, informar a sus papás porque estos sabrán que hacer, podrán ayudarles.

• Hay que dejarles claro, de igual modo, a los pequeños que también pueden recibir ayuda de sus profesores, de sus abuelos o de sus tíos, por ejemplo.

• Otra de las medidas de prevención que los adultos deben llevar a cabo para evitar que sus hijos puedan ser víctimas de abusos sexuales es que informen por sí mismos a las personas de su entorno de que se les están dando pautas a los pequeños al respecto.