Los principales temores de las madres primerizas

Los principales temores de las madres primerizas
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Cualquier mujer que es madre experimenta, además de la consabida felicidad, una gran cantidad de miedos, temores y dudas sobre el cuidado y bienestar de sus hijos. Y todo eso se acentúa de modo especial en las primerizas, ya que su falta de experiencia en esas lides les hace preocuparse por no saber si estarán a la altura y por si serán capaces de conseguir que los pequeños puedan crecer sanos y fuertes gracias a su “trabajo”.

Precisamente saber la realidad del día a día de las mujeres que son madres, especialmente de las que lo son por primera vez, es lo que se ha pretendido con un estudio que se ha llevado a cabo en España y que ha dado unos resultados muy interesantes al respecto. Nos estamos refiriendo al Primer Barómetro de la Tranquilidad, acometido por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Una investigación, en la que se ha trabajado con más de 1.000 mamás, que ha servido para conocer cuáles son los principales temores que cualquiera de esas féminas tiene con respecto a su bebé:

1-Que se ponga enfermo

Cualquier madre tiene miedo a que su pequeño pueda tener una enfermedad y especialmente que sea de gravedad. Sin embargo, esto se acentúa de modo especial en las que tienen a su primer hijo, pues un simple resfriado supone que se pongan nerviosas, que no sepan bien cómo actuar o que incluso tengan dudas acerca de si serán capaces de identificar claramente síntomas que les indiquen que deben llevarlo al médico.

Del estudio citado y más exactamente de esta gran preocupación se ha desprendido una serie de resultados interesantes, como estos:

  • El 56,5% de todas las encuestadas ha manifestado que con respecto a la enfermedad lo que más les preocupa es no saber identificarla.

  • Asimismo cuentan con un notable miedo a desconocer si tienen que llevar al niño al hospital o no, a no saber qué medicamento deben administrarle e incluso a no contar con la posibilidad de conseguir que lo pueda ver el pediatra.

  • Ha permitido conocer también que las madres reaccionan de manera diferente ante síntomas habituales de un resfriado en el menor, como pueden ser la fiebre o la tos. Y es que mientras que el 61%, aproximadamente, de las mujeres con dos o más hijos hace frente a esas señales con absoluta tranquilidad, sólo el 50% de las primerizas logran mantener la calma en esa situación.

  • Las mujeres que han participado en este Primer Barómetro de la Tranquilidad han dejado constancia que entre las molestias y dolencias que más inquietud les producen al ver que las sufren sus hijos son la diarrea, los vómitos y la fiebre. Esta última bien porque puede indicar que están aquejados de una enfermedad más grave o bien porque les pueda provocar convulsiones.

  • Un 87,9% de las féminas que han participado en el estudio han manifestado que acuden directamente al pediatra, en el momento que consideran que sus hijos necesitan una atención específica o cuando, ante la duda del estado de esos, prefieren “curarse en salud”.

  • La mayoría de las encuestadas, en torno a un 70%, no ha dudado en reconocer que la principal fuente de información que utiliza a la hora de intentar de conseguir darle respuestas a ciertas dudas que tienen sobre la salud de sus vástagos es Internet.

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2-Pasar tiempo con el hijo

En la segunda posición de las preocupaciones y temores que tienen las mamás primerizas, y también las que no son nuevas en ese rol, se encuentra el de no poder pasar tiempo con sus hijos. En concreto, un 35,5% de las encuestadas han expuesto que, sus complicadas agendas profesionales, les hacen tener dudas de si podrán compaginar bien lo que es vida personal y laboral, de si dedicarán a sus pequeños todo el tiempo que necesitan o de si esos les echarán de menos.

3-Saber porqué llora

Según los resultados obtenidos en el Primer Barómetro de la Tranquilidad, un 32,7% de las madres, fundamentalmente de las primerizas, tiene auténtico pavor a no ser capaces de poder conocer los motivos por los que lloran sus pequeños. Y es que es innegable que el llanto es para estos la herramienta de comunicación que tienen, antes de hablar, para poder expresar si tienen hambre, si cuentan con sueño, si necesitan ser cambiados de pañal o si se encuentran enfermos.

Por eso, las mujeres tienen miedo desde el primer momento que acogen a sus bebés en brazos de no estar preparadas o de no contar con la capacidad suficiente para descubrir el motivo concreto por el que no dejan de llorar.

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4-La situación económica y laboral

El cuarto resultado interesante obtenido es que en torno a un 29% de las progenitoras, tanto primerizas como veteranas, se encuentra muy preocupado por la situación económica y laboral que exista en el seno familiar. Así, esas mujeres tienen auténtico temor porque se queden sin trabajo, porque sus parejas estén desempleadas o porque el dinero que entra en casa no sea suficiente para conseguir darle una calidad de vida a los menores.

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