Cuidados del bebé

Cuándo es conveniente pasar al bebé a su propia habitación

pasar bebé habitación
Las pautas a seguir para pasar al bebé de la cama de los padres a su cuna
Blanca Espada

Aunque el sueño del bebé es algo que preocupa mucho a los padres desde que el pequeño nace, lo cierto es que dejando de lado las horas que duerme el recién nacido, puede que nos asalte la duda del momento en el que debe dejar el colecho, es decir, dormir con papá y mamá, para pasar a su propia cuna, en su cuarto. Veamos cuándo es conveniente pasar al bebé a su propia habitación.

Cuándo pasar al bebé a su habitación

El cambio del bebé de la habitación de sus papás a la suya propia es una decisión que requiere su tiempo, pues se debe pensar con calma y valorar diversos factores que pueden dejar patente si es el instante idóneo o no para llevarlo a cabo. Eso sí, siempre hay que tener presente que el momento ideal lo deben establecer los padres, puesto que es una determinación absolutamente personal.

Pero como no es una decisión fácil, en este caso vamos a analizar varios factores que siempre deben tenerse en consideración a la hora de poder tomar la mejor decisión posible.

¿Cuál es el momento adecuado?

El traslado del bebé a su propia habitación, por regla general, se suele hacer antes de los siete meses. No obstante, este es un dato variable, pues cada caso es único.

Los pediatras, sí recomiendan hacerlo en el periodo de tiempo indicado. ¿Por qué razón? Porque a partir de los siete u ocho meses el niño empieza a ser más consciente de la situación que le rodea y desarrolla lo que se conoce como “ansiedad por separación”.

Esta etapa es normal, puesto que el pequeño se ha sentido acompañado durante toda su vida, por corta que aún sea esa, y ahora puede llegar a sentirse solo y desprotegido. Es más, lo habitual es que experimente una especie de sentimiento de abandono respecto a la madre que se hará más fuerte cuanto más tiempo pase.

Es importante, tener claro que ese periodo de ansiedad por la separación es completamente transitorio. Sin embargo, cuanto más se tarde en pasar al bebé a su propia habitación, más notará el cambio y la ausencia de los padres. Es decir, que le resultará más duro.

¿Cómo transcurrirá el proceso?

Cuando los padres vayan a empezar con el proceso es importante que, en primer lugar, sepan a lo que se enfrentan, es decir, a cómo suele transcurrir por regla general:

  • Cuando el bebé llora por la noche el padre o la madre van a tener que levantarse para atenderle. Es un instante que da pereza, sobre todo, para la mamá porque probablemente le toque además darle el pecho.
  • Cuando ya se ha conseguido calmar al niño, hay que saber que puede ser probable que tarde más tiempo en quedarse dormido. Por eso, es imprescindible que se tenga paciencia. No hay que perder la calma en ningún momento pues eso podría alterarlo nuevamente.
  • Uno de los consejos más útiles que existen es el que establece la compra de un aparato de vigilancia para bebés. Y es que, gracias a este dispositivo, los padres podrán controlar desde su cuarto como está su hijo sin necesidad de tener que levantarse e ir hasta la habitación de este.
  • Otra recomendación básica para acometer el cambio del cuarto del pequeño es que es importante y fundamental que los dos progenitores estén de acuerdo a la hora de tomar esta decisión. Y es que ambos deben implicarse para poder llevarla a cabo y que todo salga bien.

Cómo ayudar al bebé a hacer la transición 

Junto a todo lo que debemos tener claro a la hora de cambiar de dormitorio al bebé, hemos de ser conscientes de que el pequeño necesitará de la ayuda de papá y mamá. Por lo general, sea cual sea la edad del niño es fundamental informarle del cambio , enseñarle la habitación con antelación y explicarle lo que nos proponemos hacer. Es evidente que un bebé de meses no entenderá mucho pero pasar tiempo con él en el dormitorio ya sea jugando o aprovechando la cuna para que sea el lugar en el que haga la siesta puede ayudar.

En casos en los que finalmente el bebé se ha quedado en la cama de papá y mamá más allá del año, podemos intentar explicarle cómo va a ser su nueva cama, llevarlo con nosotros de compras para que vea (aunque no entienda mucho) que va a pasar a otra cama. Haz de la transición un momento de juego e implicación. Si tienes una rutina a la hora de acostarte por la noche , es importante que la mantengas incluso al cambiar de habitación. Si esto no se hace, es aconsejable montar una, al menos un par de semanas antes del paso para que, aunque el lugar sea diferente, el niño tenga claro lo que le proponemos hacer.

Crea, comparte y diseña juntos las nuevas reglas para dormir. Si el niño tiene miedo a la oscuridad, elige con él una luz (que sea pequeña y con tendencia al rojo y no al azul) o proponle pegatinas fluorescentes que le indiquen el camino a la puerta, para que vea donde está si se despierta.

A partir de los tres años también es posible que el niño pida que la puerta del dormitorio permanezca abierta durante la noche, y está bien que se le permita.

Cuándo buscar ayuda de un especialista

Conseguir que tu bebé duerma solo, que se acostumbre a su espacio, puede llevar tiempo. Ciertamente, lo sabemos, requiere energías que, precisamente en esa franja horaria, también nosotros hemos agotado. Por esta razón, a menudo somos los padres los que dejamos ir, posponemos la decisión y nos damos por vencidos sin realmente intentarlo. Desgraciadamente, no existe un cargador de batería para nosotros que, en pocos minutos, nos de coraje y fuerza para afrontar ese momento. Solo la tenacidad, la fuerza de voluntad y la certeza de que las cosas mejorarán con los años pueden ayudarnos.

¡Claro que no! Incluso un profesional puede ayudarnos, si realmente no podemos hacerlo o nos cuesta ver cuál es el problema. Piensa que si tu hijo se resiste a dormir sólo o si ves que se despierta más de 5 veces en una sola noche, será necesario acudir al pediatra y explicarles nuestro caso para que nos aconseje.

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