Nueva fecha para el juicio al joven de origen marroquí que roció con ácido a su ex novia y una amiga
La Fiscalía pide para 'El Melillero' 51 años y medio de cárcel
El juicio arrancará el 13 de noviembre
Hay otros cinco acusados
La Sección Octava de la Audiencia de Málaga tiene previsto comenzar el lunes día 13 de noviembre el juicio a José Arcadio D. N., apodado El Melillero, que planeó y ordenó el ataque con ácido a su ex novia y una amiga en enero de 2021 en Cártama (Málaga). La Fiscalía, que acusa a otras cinco personas, pide para él 51 años y medio de cárcel y casi 1,5 millones de indemnización a las víctimas, que sufrieron graves secuelas.
El juicio estaba previsto inicialmente para el pasado mes de junio, pero se suspendió porque uno de los letrados fue intervenido quirúrgicamente. Se ha vuelto a fijar para que arranque el próximo día 13, continuando el 20, 24, 27 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre.
La Fiscalía de Málaga considera que El Melillero ideó este intento de asesinato con la colaboración de los otros cinco acusados, señalando a uno de ellos como el que roció a las víctimas con ácido.
Así consta en el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, en el que se acusa a este hombre de dos delitos de asesinato en grado de tentativa -solicita 17 años de cárcel por cada uno-, uno de pertenencia a organización criminal -petición de siete años-, dos de amenazas graves -dos años por cada delito-, otros dos de acoso -dos años de prisión por cada uno- y un delito de maltrato habitual -30 meses de cárcel-.
Según las conclusiones iniciales de la acusación pública, a las que ha tenido acceso Europa Press, los procesados pertenecen a una supuesta organización criminal dedicada principalmente al tráfico de drogas y ocasionalmente a delitos contra el patrimonio, red en la que El Melillero tenía, al parecer, «funciones de jefe» y los demás cumplían «funciones subalternas según lo que él ordenase».
El ataque con ácido
La agresión con ácido se produjo el 12 de enero de 2021, poco después de las 14:00 horas, en Cártama. El procesado y una de las víctimas mantuvieron una relación sentimental entre mayo y diciembre de 2020, pero ella le dejó porque «le faltaba al respeto» insultándola y golpeándola. Él no aceptó la ruptura y estaba «obsesionado con ella», dice el fiscal.
Según la acusación pública, el principal acusado «ideó un plan preconcebido -tanto en la ejecución como en la evasión posterior-» y, de acuerdo con los otros procesados, «aprovechando que era el jefe de la organización», aquel día interceptó el paso del vehículo en el que iban la mujer y su amiga.
El fiscal sostiene que El Melillero actuó supuestamente «con la finalidad de atentar contra su vida, causándole el dolor más extremo y con expreso desprecio a su género femenino, siendo su último fin de humillación, dominación, subordinación y cosificación rubricando con su acto programado un dolor extremo antes de acabar con su vida y la de su acompañante».
El Ministerio Público relata que de copiloto iba otro acusado, llevando a bordo un bote de un litro de ácido sulfúrico del 98% de pureza. El Melillero le ordenó «que se bajase y arrojase el ácido dentro del vehículo». Y así lo hizo, vertiendo la sustancia a través de la ventanilla del conductor del coche en el que iban las víctimas.
El ataque provocó en ambas «graves quemaduras, teniendo que salir del habitáculo cerrado para evitar la asfixia por el ácido», mientras El Melillero «se reía y miraba, asegurándose del resultado que había previsto». El vehículo de las víctimas se estrelló contra otro coche y después contra una farola pública.
Las secuelas de la agresión
Las dos amigas sufrieron lesiones graves y tuvieron que ser trasladas de urgencia a un hospital para salvar sus vidas. La ex novia sufrió quemaduras en el 45% de su cuerpo, precisó 12 operaciones y presenta secuelas psíquicas, perjuicio estético y pérdida de calidad de vida, así como incapacidad para desempeñar su profesión. Presenta un leucoma corneal izquierdo «que deja una agudeza visual de 0,1», dificultad para la deglución de líquidos y, en ocasiones, sólidos, además de limitaciones de movilidad de múltiples partes del cuerpo.
Su amiga resultó con un 20% de la superficie total corporal quemada y tuvo que someterse a dos intervenciones, considerándose que sus lesiones están estabilizadas en este momento. Ambas sufren trastorno por estrés postraumático grave y otras secuelas psicológicas.
Cuatro días fugado
Según la Fiscalía, el que los acusados formaran una organización criminal «facilitó la ejecución de los hechos». En este sentido, recalca que El Melillero y su copiloto «ya tenían previsto realizar el rociado de ácido» el día previo, ya que estuvieron en Cártama y merodearon el vehículo en el que iban las dos amigas.
En ese día, le dijo a su ex novia que bajara la ventanilla del copiloto, pero se asustó y «no lo hizo». El Melillero la amedrentó, señalando a su amigo y diciendo: «Éste se va a encargar de ti, te va a matar», haciéndole el gesto de rajarle el cuello. También la amenazó días antes, diciéndole que le iba a «destrozar la cara tan bonita que tenía».
Para la acusación pública, El Melillero ordenó a otro de los procesados, su mano derecha, que le dejara el coche, y a otro de los supuestos integrantes que comprara el bote de ácido. Además, considera que los otros acusados le ayudaron en la huida, hasta que fue detenido cuatro días después en Mijas (Málaga).
Asimismo, en el escrito inicial se señala que días antes del ataque, colocó «sin el consentimiento y sin conocimiento de las víctimas, en la parte baja de sus respectivos vehículos, dos balizas de geolocalización para controlar sus movimientos».
La mujer, «acosada y vigilada»
Según el Ministerio Fiscal, la víctima y el acusado, hijo de un senegalés y una marroquí nacionalizada española, vivieron juntos hasta que ella rompió la relación porque «le faltaba al respeto» con insultos y golpes, pero El Melillero, «obsesionado» con ella, «no aceptó» la ruptura, «llamándola constantemente por teléfono y llegándole a amenazar».
Por todo esto y por «el miedo que sentía», la mujer iba siempre acompañada de su amiga, «sintiéndose acosada y vigilada por él y teniendo que cambiar sus hábitos de vida cotidiana».
Además de la pena de prisión, la Fiscalía solicita para El Melillero la prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 1.000 metros o comunicar con ellas por cualquier medio durante casi 50 años y, en todo caso, prohibición de estar o residir en Cártama durante 20 años. Considera que concurren las circunstancias que agravan la pena de género y de parentesco.
Al resto de procesados se les acusa de los dos delitos de asesinato en tentativa y de pertenencia a organización criminal, añadiendo en el caso del copiloto la acusación por un delito de amenazas graves, por lo que solicita para éste más de 38 años de cárcel. El fiscal también solicita que todos los acusados indemnicen a la ex novia con 1,1 millones de euros y a la amiga con 312.522,22 euros por las lesiones y secuelas.