El alcalde de Córdoba cree que «el problema que tiene Carmen Calvo es mucho sectarismo»

En la entrevista que José María Bellido, alcalde de Córdoba, ha concedido a OKDIARIO, ha explicado que, bajo su punto de vista, «el problema que tiene Carmen Calvo es mucho sectarismo». Además, también se ha referido a su ‘paisano’ Jesús Aguirre y al polémico Príncipe Joaquín de Bélgica, ‘el Joaqui’ para Ojeda.

«Aquí teníamos que venir todos a arrimar el hombro y a sumar, a escuchar a todo el mundo, y yo creo que a Carmen Calvo lo que le falla por encima de todo es eso. Yo creo que están teniendo un Gobierno muy sectario, cerrando puertas a grandes acuerdos con el PP, y esa es la principal tacha que yo pongo a la actividad política de Carmen Calvo», señala Bellido cuando es cuestionado por Álvaro Ojeda sobre la también política cordobesa.

«Hubo un riesgo muy cierto de que Córdoba hubiera tenido que dar marcha atrás si había un rebrote»

Otro popular cordobés en el mundo político es Jesús Aguirre, Consejero de Salud de la Junta. Ojeda cuestiona también la diferencia entre sendos cordobeses: Aguirre y Calvo. «¿En qué falló el ADN de uno tan bueno a uno tan malo?», pregunta OKDIARIO. «Lo comparto. Primero porque Jesús Aguirre es amigo y es compañero, y segundo porque es una magnífica persona. Yo creo que lo que se está valorando ahora de Jesús es que es un tío auténtico, que habla con verdad, que no tiene pose, que explica las cosas a la pata la llana pero  con mucha verdad. Y se está dejando el alma en la gestión de la crisis. Y eso al final se transmite».

El príncipe Joaquín de Bélgica

«¿El principe Joaquín de Bélgia se cachondeó de los cordobeses?», pregunta Ojeda a Bellido: «Ahí hubo una actitud absolutamente irresponsable. Yo no lo conozco, pese a que tiene una relación estrecha con la ciudad. El problema de todo es que tendemos a relajarnos, y esa relajación es el mayor peligro que tenemos ahora».

«Afortunadamente quedó en nada», explica un alcalde de Córdoba que recuerda que ellos se enfadaron «mucho». «Yo me cabreé, pero no porque me sentara mal, sino porque hubo un riesgo muy cierto de que Córdoba hubiera tenido que dar marcha atrás si había un rebrote. Y eso habría sido un desastre sanitario, pero a nivel económico y social ni te quiero contar».