¿Es que nadie va impedir que Ghali se vaya de rositas?

El líder del Frente por el Polisario, Brahim Ghali, tiene un pasado turbio y varias querellas por genocidio en trámite, pero conoce perfectamente el modo de librarse de la acción de la justicia en España. Ghali, cuando salga del hospital de Logroño, prestará declaración voluntaria ante el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, lo que implicará que el juez no le retire el pasaporte tras la declaración.

De ese modo, podrá salir de España sin problemas. Resulta sorprendente que un tipo como este se beneficie de los vacíos legales que existen en nuestro país. Con la actual Ley de Justicia Universal en la mano, la mayoría de las querellas presentadas contra Ghali, una vez abandone España, no se podrán tramitar y, según los expertos consultados por OKDIARIO, volverán a ser archivadas. El motivo es que los magistrados españoles no pueden investigar hechos sucedidos en el extranjero si no hay ninguna víctima española, y en las querellas presentadas contra Ghali, por el momento, no las hay. Había una oportunidad, derivada precisamente del hecho de que Ghali se encuentra en España, lo que abría una puerta a la posibilidad de que fuera procesado. Y decíamos abría porque Ghali sabe perfectamente que si declara voluntariamente ante el juez, se blinda para abandonar después nuestro país sin ningún tipo de cortapisa legal.

Llegados a este punto habrá que convenir que entre la complejidad jurídica y la falta de voluntad del Gobierno socialcomunista para que Ghali rinda cuentas por sus presuntos crímenes, al líder del Polisario le va a salir redonda la juzgada. Eso sí, gracias a la inestimable colaboración de un Ejecutivo al que se le llena la boca de Derechos Humanos cuando le interesa, pero que, a la hora de la verdad, no sólo se pliega ante un supuesto genocida, sino que le trata a cuerpo de rey. Ghali se irá de España entre risas. Provoca bochorno y vergüenza que nadie esté dispuesto a hacer nada para que Ghali no se vaya de rositas.