Valencia - Atlético: Jornada 1 de la Liga Santander

Rodrigo amarga el debut liguero al Atlético (1-1)

Rodrigo
Simeone da instrucciones en la banda de Mestalla. (AFP)

El Atlético de Madrid y Valencia firmaron un empate a uno en un choque disputadísimo en Mestalla. Un partido con un ritmo frenético que no es propio de la primera jornada de la Liga. Correa adelantó a los colchoneros en la primera mitad y Rodrigo contrarrestó el tanto del argentino en el segundo acto.

El Supercampeón de Europa se estrenaba en Liga con muy pocas novedades en el once respecto al choque intersemanal en el que venció al Real Madrid en Tallín. Tan solo entraban Filipe Luis y Correa por Lucas y Rodri respectivamente. El resto, los que todo aficionado rojiblanco recita de carrerilla: Oblak; Juanfran, Godín, Savic y el mencionado Filipe Luis; Koke, Saúl, Lemar y Angelito Correa; Diego Costa y Antoine Griezmann.

Los futbolistas del Valencia no dudaron en hacer el pasillo a sus homólogos del Atlético, tradición que en los últimos tiempos parece que se está perdiendo. Era un duelo de titanes. De dos equipos que lo quieren todo esta temporada. Los colchonero comenzaron fuerte. Diego costa tuvo una buenísima que desbarató Neto. Por su parte, los ches, con el proyecto de Marcelino más consolidado, avisaron desde lejos, pero tanto el chut de Wass como el de Rodrigo se perdieron por línea de fondo.

Eléctrico, con rayos y centellas. Así es como se podría definir el encuentro. Saúl y Koke llevaban el timón de los del Cholo Simeone. Griezmann y Lemar se movían entre líneas. Y de uno de esos movimientos nació el primer tanto del Atlético. El Principito se sacó un pase de la manga para dejar a Correa solo frente a Neto. La asistencia fue medio gol, pero Angelito tenía que definir y lo hizo sin que le temblasen las piernas ni un segundo.

Superioridad del Atlético

Se creció el Atlético a raíz del gol de Correa. Un nuevo estilo de juego comienza a brotar desde la pizarra del Cholo. Cuando lo habitual hubiese sido regalar el balón al rival, los rojiblancos se adueñaron del cuero en busca del segundo tanto que le diese más tranquilidad en el electrónico. Ni rastro del Valencia en Mestalla después de encajar, siendo el Atleti dueño y señor del choque hasta el descanso.

Arrancó la segunda mitad e irrumpió el debate del VAR. Porque lo que es el VAR no entró en acción. A los pocos segundos de la reanudación, Garay debió ver la segunda amarilla por un clamoroso agarrón a Diego Costa que el colegiado no señaló ni como falta. Unos días en la Liga y el VAR ya genera más dudas que la discusión de si la tortilla debe llevar o no cebolla. 

Seguía con once sobre el verde el conjunto local y volvía a mostrar su mejor versión. El Valencia no lograba penetrar en el área del Atlético y tenían que intentarlo con disparos lejanos, pero la primera en la que consiguieron internarse no perdonaron. No llegaba a cortar Godín un centro de Wass, lo que permitió un gran control de Rodrigo con el pecho, el cual le sirvió para acomodarse y fusilar a bocajarro a un Jan Oblak que no pudo hacer absolutamente nada.

Un quiero y no puedo

Llegaba el turno de sangre fresca. Vitolo entraba por Lemar en el bando colchonero, mientras que Gameiro y Diakhaby hacían lo propio por Santi Mina y Garay. El delantero francés estuvo desaparecido, menos osado que en su presentación cuando llegó a afirmar en forma de delirio que el Valencia era mejor que el Atlético. La tuvo en el último minuto, pero su disparo fue tan pobre como su paso por el club de las franjas rojas y blancas. Entre medias, susto che. Un remate de cabeza de Gabriel Paulista se estrelló en la madera, metiendo el miedo en el cuerpo a los del Cholo.

También dejaba el campo Antoine Griezmann, al que todavía le faltan entrenamientos según Simeone. Debutaba Gelson Martins para los colchoneros, como lo hacía Batshuayi con los del Turia. Tenían más empeño en ganar los rojiblancos, que se estrellaban en el muro defensivo planeado por Marcelino. Y cuando no, pues el balón se iba por línea de fondo, como en un buen testarazo de Savic que no fue gol por muy poco. 

En los últimos minutos apareció el de siempre. El superhéroe, el salvador, el todopoderoso. No es otro que Jan Oblak. El guardameta esloveno detuvo en dos tiempos un mano a mano que hubiera convertido a Wass en ídolo de la grada. Salvó los muebles. Como es habitual. Y en el minuto 88. Se añadían 4′ de tiempo extra y el Atlético lo intentó mientras el Valencia pedía la hora, que acabaría llegando y con ella, el punto para cada equipo en la primera jornada de Liga.

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