El patrón dice al juez que «el actual Rey» estuvo en el yate de Granados, López Madrid y Marjaliza

López Madrid-Granados-Marjaliza
El empresario Javier López Madrid.

Felipe VI usó como invitado el yate que compartían y costeaban Javier López Madrid, Francisco Granados y David Marjaliza, todos ellos cabecillas de la trama de corrupción de Púnica. Cuando embarcó en el Myriam, el monarca tuvo como anfitrión a Javier López Madrid. Nunca embarcó con Granados ni con Marjaliza. El dato sale de una grabación judicial en poder de OKDIARIO.

El hecho fue conocido por el juez instructor de Púnica, Eloy Velasco, que preguntó al patrón si Felipe VI, cuya amistad con López Madrid es de dominio público, estuvo en la embarcación.

El Myriam, de 18,50 metros de eslora, solía estar amarrado en el Club de Mar de Palma de Mallorca. Normalmente, se usaba en primavera y verano. El amarre y los gastos de mantenimiento del barco inicialmente corrían solamente a cargo de la familia de López Madrid, dueño de la embarcación. Sin embargo, en 2012, el yerno de Villar Mir, Granados y Marjaliza empezaron a repartirse los costes, según el consumo de combustible y demás gastos, como paso previo por parte de los cabecillas de la Púnica para comprar el yate.

En esos años era Marjaliza quien pagaba, vía transferencia, los gastos de Granados, según una empleada. Por ello, en las cuentas sus pagos aparecían como DM2 y Marjaliza DM1.

Es el patrón del Myriam durante 23 años quien narra en la grabación el incesante uso que daba Javier López Madrid a su su yate como objeto de agasajo a políticos (primero a Francisco Granados y luego a su sucesor en la Alcaldía de Valdemoro), a David Marjaliza (el empresario clave en los contratos amañados y cohechos de la Púnica) y al actual Rey.

Las palabras del testigo

Contratado por 2.000 euros al mes, en la grabación el patrón desgrana, como testigo de primera, la intimidad de ese yate convertido por el yerno del dueño de OHL en una especie de local de agasajos flotante para tejer su red de influencias .

Marjaliza, ayer corruptor de alcaldes y hoy arrepentido acusador de sus cómplices, era un fijo del yate: «Marjaliza claro que estuvo subiendo los últimos cuatro años. Lo utilizaba bastante Marjaliza. Venía dos o tres fines de semana al mes. Con su señora y un par de matrimonios más».

Pero no era el invitado más ilustre del yate más famoso de la Púnica, sigue relatando el patrón del barco: «Y el Rey… pero no con Marjaliza, sino con López Madrid… ¿Granados? Claro, pero separados, no con Marjaliza. Que yo recuerde, juntos no». Es decir, que los tres implicados en la Púnica turnaban el uso de la embarcación para sus intereses y placer.

El yate se convirtió, así, en una especie de residencia: entraban unos cuando salían otros. Paradójicamente, el que más lo usaba no era el presunto propietario, López Madrid, sino Marjaliza, el principal empresario corruptor de Púnica, «dos o tres fines de semanas por mes». El resto de ocasiones, se alternaban Granados y López Madrid, pero siempre cada personaje de ese triángulo por separado, cada uno con su respectiva pareja y sus amigos.

Al principio, «Granados venía sólo con sus hijas y su esposa», detalla el patrón en la cinta, y luego ya fue un baile de autoridades locales. «¿Cuántos alcaldes iban por allí? Ni idea. [José Caros Boza] Lechuga se me presentó […] a los tres días de estar en el barco. Soy el alcalde de Valdemoro, me dijo…»

Los tres compañeros de Púnica y de yate, Granados, López Madrid y Marjaliza, se reunieron para despedirse solemnemente del patrón. Quien llevó la voz cantante fue el ex número dos de Esperanza Aguirre en el Gobierno y el PP de Madrid. «Granados me dice que no tiene ni para un jersey para su hija y que el barco era mucho gasto y tenía que venderlo».

Ahí se acabó su contacto con la jet de la Púnica: «Los invitados eran muy bien hablados, como ustedes… «

Lo último en Investigación

Últimas noticias