El primer ministro Manuel Valls: «Estamos en guerra»

El primer ministro francés, Manuel Valls, no ha dudado en afirmar que su país se encuentra en estado de «guerra» frente al «enemigo» Estado islámico, que ha asesinado a al menos 129 personas y dejado un centenar de heridos en la brutal cadena de atentados registrados el viernes en París.

«Quiero decir a los franceses que estamos en guerra y vamos a golpear a ese enemigo para destruirlo», tanto en Francia como en Siria o Irak, ha declarado Valls en unas declaraciones realizadas a al canal de televisión TF1.

En su comparecencia, ha anunciado que el Gobierno francés no descarta medidas extraordinarias para «despojar de la nacionalidad a aquellos que ofenden el alma de Francia» y «expulsar a todos los imanes radicalizados» que inciten al odio contra los valores de la democracia occidental. «No vamos a dar un momento de respiro a los que atacan a los valores de la República», ha señalado.

Nous sommes en guerre. Nous prenons donc des mesures exceptionnelles. Et cette guerre, nous la gagnerons.

— Manuel Valls (@manuelvalls) November 14, 2015

Por su parte, el presidente de la República, François Hollande, ha anunciado una respuesta «implacable ante los bárbaros» de Estado Islámico y ha afirmado que su país actuará «en todos los terrenos, tanto dentro como fuera de Francia».

Hollande ha descrito la cadena de atentados de París como «un acto de guerra cometido por un ejército terrorista», preparado desde el exterior pero que ha contado con «complicidad» desde el interior del país.

Para combatir esta amenaza, Hollande ha sugerido que seguirá apoyando la coalición que lidera Estados Unidos y ha subrayado que trabajará «de forma concertada» con otros «aliados» que también están en el objetivo de los terroristas.

El presidente francés ha reunido este sábado a su Consejo de Defensa, ha decretado tres días de luto y ha insistido en que «todos los dispositivos» de seguridad continuarán reforzados «al máximo nivel», bajo el paraguas del estado de emergencia, las fuerzas policiales y militares mantendrán sus patrullas.

Hollande ha reconocido que el atentado ha causado dolor a las familias de las víctimas y también a todo el país, puesto que se trata de un ataque contra el conjunto de la nación y los «valores» que defiende: «Un ataque contra lo que somos, un país libre que habla a todo el planeta».

El Estado Islámico ha reivindicado la cadena de atentados registrados el viernes en París. Los terroristas irrumpieron en la sala Bataclan, donde han perdido la vida 82 de las 200 personas que asistían a un concierto de la banda Eagles of Death Metal. En el lugar, las fuerzas de seguridad han encontrado dos pasaportes, uno egipcio y otro sirio que pertenece a un refugiado que pasó por Grecia, concretamente por la isla de Leros.

Las fuerzas de seguridad acabaron entrando para poner fin al secuestro y a la sangría. Otro de los focos fue Saint Denis, donde se disputaba un Francia-Alemania amistoso. El propio público del Estadio de Francia (80.000 personas) pudo escuchar estruendo en el exterior, incluidos los jugadores. La instalación fue desalojada. Fuera, un inocente y tres asesinos habían muerto.

El resto de ataques tuvieron lugar en un restaurante camboyano, en la terraza de una pizzería cerca de la plaza de la República y en una cafetería y un restaurante japonés, generando pánico en toda la ciudad, donde las autoridades llamaron a que nadie saliera de casa salgo situación de extrema emergencia.