Eslovaquia no aceptará refugiados musulmanes y habilita aulas para gitanos por “defectos genéticos”

Robert-Fico
El primer ministro eslovaco en Bruselas. (Foto: Gertty)

El ultraconservador gobierno en Hungría de Viktor Orban o el de Polonia de Beata Szydlo no están solos en la aplicación de políticas discriminatorias. En Eslovaquia, el primer ministro Robert Fico ha anunciado nuevas medidas que cargan de nuevo contra colectivos minoritarios. Los refugiados musulmanes ya no podrán entrar en el país tras los hechos en la ciudad de Colonia. Por otra parte, los niños de origen gitano deben ir a clases especiales debido a una supuesta “discapacidad por defectos genéticos” tal como denuncian ONGs.

El Ejecutivo eslovaco no se ha quedado de brazos cruzados después de conocer los sucesos acontecidos en la ciudad alemana de Colonia en fin de año. Fue entonces cuando un grupo de en torno mil árabes y africanos perpetraron agresiones sexuales masivas en pleno centro de la ciudad. La policía investiga a al menos 18 de sospechosos que serían demandantes de asilo.

El primer ministro del partido socialista ha anunciado que la forma de que no se den estos episodios es “impidiendo la entrada de refugiados musulmanes en el país”. A partir de ahora sólo podrán demandar asilo cristianos. Cree que estos tienen más posibilidades de integrarse al compartir más valores con Occidente. Apunta que “los musulmanes no sentirían Eslovaquia como en casa ya que aquí no hay mezquitas».

En los últimos tiempos esto ya venía siendo así prácticamente. A lo largo de todo el año 2015 este estado miembro ha aceptado 169 demandantes de asilo, 149 eran de religión cristiana. El primer ministro ha calmado el nerviosismo de Bruselas admitiendo que van “a seguir aportando fondos, pero también reforzando estructuras de seguridad y las fronteras exteriores”.

Fico ha mencionado que seguirá luchando contra el sistema de cuotas que ha pactado la UE, integrados en el grupo de países que han recurrido el acuerdo. Intentará así que se formen “sociedades musulmanas cerradas”. Señala “los migrantes no pueden ser integrados, la Europa multicultural ha fracasado”.

Al hilo del asunto el Ejecutivo eslovaco no ha dudado en pedir una cumbre de líderes europeos para abordar lo ocurrido en Colonia. Relaciona directamente la tragedia con la llegada de inmigrantes y dice que “la situación es cada vez más grave”. Cree necesario cambiar el recién aprobado calendario de encuentros ya que “cada vez hay más tensión y no podemos esperar”.

Aulas para gitanos por padecer “defectos genéticos”

Además de los musulmanes, el colectivo gitano no es bien recibido en Eslovaquia. Varias ONGs y otras instituciones han denunciado altas concentraciones de estos niños en “escuelas y clases especiales”. Una segregación que según el ministro del Interior eslovaco es debido a la “comprobada alta tasa de incesto entre la población gitana” en el país.

A raíz de las denuncias presentadas la UE ha abierto una investigación en abril de 2015. Por delante en infracciones de la legislación sobre discriminación solo está República Checa. A las clases especiales y a las escuelas instaladas en barracones, auténticos guetos raciales, se suma el alto abandono escolar, el 83% entre la comunidad gitana frente al 6,7% nacional.

Al atender a programas con estándares menores se reducen las posibilidades de terminar la educación secundaria y entrar con éxito en el mercado laboral. A pesar de ello el gobierno eslovaco se mantiene inflexible y sigue asegurando que los niños gitanos tienen alteraciones genéticas y no reconocerlo llevaría “a un terreno muy hipócrita escondiendo la verdad detrás de la corrección política, se fracasa si no llamas al problema por su nombre”.

Con todo ello el SMER, el partido socialista en el gobierno con este discurso antiinmigración está viendo mejoradas sus expectativas electorales. De aquí a dos meses se celebran comicios en Eslovaquia y la crisis inmigratoria decantará en buena parte el resultado de la cita con las urnas.

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