Pablo Iglesias provoca una bronca con el presidente del Congreso Patxi López

Pablo Iglesias durante su discurso (EFE)
Pablo Iglesias durante su discurso (EFE)

Ha sido la anécdota más grave de la mañana. Pablo Iglesias se ha enfrentado con la segunda institución democrática del Estado, el presidente del congreso, en el debate de investidura de la primera, el presidente del Gobierno.

Durante su turno de réplica a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias ha espetado que «Felipe González es el recuerdo del terrorismo de la cal viva». En ese momento, los 90 diputados socialistas han interrumpido con abucheos al podemita, dada su provocación extemporánea.

El momento de tensión se ha visto seguido de la conminación de Patxi López, presidente del Congreso, para que terminara Iglesias su intervención, ya que se estaba alargando de más: «Señor Iglesias, acabe ya».

Pero el líder de la formación morada no se ha arredrado: «Señor presidente, ya que volvemos al usted», ha espetado Iglesias nervioso e indignado, «le diré que no he terminado mi intervención por las interrupciones de los socialistas. Si usted me manda callar, yo me callo disciplinadamente, pero si esta va a ser la tónica…»

López no ha permitido el desacato de Iglesias y lo ha mandado callar recordándole su generosidad: «yo he sido generoso, no, extremadamente generoso con usted en su primera intervención».

Rifirrafes por alusiones

Después de esta enganchada, el Congreso se ha convertido en un enfado, y en intervenciones por alusiones de los ministros de Exteriores y del Interior en funciones, ofendidos por el uso que ha hecho Sánchez de algunas declaraciones suyas en este mes de negociaciones para justificarse ante Iglesias.

Había dicho Sánchez que el ministro de Exteriores advirtió de que «un Gobierno de coalición del PSOE y Podemos nos sacaría de la coalición contra el ISIS» y que el titular de Interior «utilizó el terrorismo como arma política amenazando con que si llegaba el PSOE a un acuerdo con Podemos ETA estaría encantada».

Margallo y Fernández Díaz, indignados por la utilización maquiavélica de sus palabras, han pedido la palabra por alusiones. «No permitiré que el señor Sánchez siga haciendo ‘economías’ con la verdad», ha espetado Margallo. «Yo no dije eso, dije que el PSOE siempre ha sido leal, pero que si se unen ustedes con Podemos corríamos el riesgo de que prevalecieran sus tesis, partidarias de sacarnos de la coalición contra el Estado Islámico».

Y ha concluido: «o el señor Sánchez está manipulando la verdad o no la conoce y no tiene la talla para ser candidato a nada». Los aplausos de su bancada, ala popular, se han visto interrumpidos, de nuevo, por la reprobación de Patxi López, quien ha afeado al ministro de Exteriores en funciones sus «juicios de valor» a Sánchez: «iba usted bien, pero  se ha pasado con eso».

En muy parecidos términos a los de Margallo se ha expresado Fernández Díaz, verdaderamente indispuesto con la alusión de Sánchez: «siempre he dicho que el PSOE ha sido fiel y leal en la lucha contra ETA, pero ya han demostrado los de Podemos su interés por la salida de los presos de esa banda terrorista, y simplemente expresé mi preocupación por esta presumible alianza del PSOE con Podemos en una entrevista telefónica en una radio. No falte usted a la verdad, señor Sánchez».

El candidato a la presidencia del Gobierno ha tomado el micrófono posteriormente, tratando de arreglar el desaguisado, pero sólo ha logrado dar la razón a Margallo, pues al leer la transcripción literal de las palabras del ministro de Exteriores en funciones, éstas no hacían sino corroborar lo replicado por Margallo.

Curioso ha sido cómo Sánchez parecía defender un pacto con Podemos que ni ha existido ni tiene visos de llegar, en lugar de permanecer en el texto que presentó el martes por la tarde, el del acuerdo con Ciudadanos.

Un gallinero lleno de ruido está siendo el Congreso este miércoles por la mañana, con todos los grupos ofendidos ante el uso de la dialéctica maquiavélica como arma y justificación de posiciones poco confesables.

Lo último en España

Últimas noticias