Rajoy se mofa de Iglesias: «Es usted estupendo, el único honrado, demócrata y que no se confunde nunca»

Pablo Iglesias no se ha salido del guión previsto para rebatir la investidura de Mariano Rajoy.

Tras comenzar aludiendo al previsible fracaso del candidato del PP («sabemos que este debate no va cambiar su suerte, no va a ser investido ni hoy ni el viernes, lo sabe usted, lo saben todos, y lo sabe la gente»), el líder de Podemos ha trufado su discurso con argumentos ya escuchados en anteriores intervenciones. El Ibex 35, la presión de los poderes fácticos, la Troika, y, en fin, toda la retahíla de elementos que, según Iglesias, condicionan la gobernabilidad en España.

«Usted no es de ‘La Pepa’ ni de ninguna Constitución, usted es de carta otorgada, de carta otorgada por la señora Merkel (…) no hable usted de soberanía», le ha reprochado a Rajoy para después asegurar: «A nosotros no se nos compra ni cedemos a las presiones y los insultos de los poderosos y de sus asalariados».

«El chicle de McGyver»

Como Sánchez, Iglesias ha descargado parte de su argumentario en los casos de corrupción del PP. «Llevan de candidato en Galicia al amigo de un narcotraficante”, ha dicho sobre Alberto Núñez Feijóo, a quien las encuestas revalidan como presidente de la Xunta.

Según el líder podemita, el PP «ha naturalizado la corrupción como una clase de gobierno en la que mandan los que no se han presentado a las elecciones». Por eso, ha dicho, desconfía del compromiso de regeneración firmado con Ciudadanos.

«No les creo. Es mentira que ustedes vayan a combatir la corrupción porque ustedes son la corrupción», ha resuelto finalmente.

El líder de Podemos ha repartido sus críticas también sobre Albert Rivera. Le ha acusado de «marioneta gatopardiana de las élites». También, de haber firmado su disolución, de «haber escrito su propio epitafio» pactando con el PP.

«La burbuja naranja se está desinflando, es lo que tiene ser el chicle de McGyver, que dura lo que dura», le ha advertido, en alusión a la desaparecida CDS.

Al PSOE: «Ya es hora de decidirse»

Distinto tono ha mostrado hacia el PSOE. Con el recuerdo aún de la ‘cal viva’, Iglesias ha elegido esta vez una faceta conciliadora.

Les ha agradecido que hayan cumplido con su promesa de no facilitar un gobierno de Rajoy.  «No estábamos seguros de si sería capaz de resistir», ha admitido sin rodeos el líder de Podemos, «pero ha mantenido su palabra». Y les ha insistido para explorar un gobierno alternativo.

La oferta ha sonado en ocasiones hasta a súplica.  «Ya es hora de decidirse», les ha dicho. También, «Aunque sea difícil, estamos dispuestos a intentarlo». Y, finalmente:  «Debemos intentarlo con los que van a votar en contra, decídase, señor Sánchez».

Iglesias ha llegado a poner en duda los planes de otras formaciones tras la fracasada investidura del viernes. «Esperamos que no sea sobreactuación, porque no es la primera vez que vemos al PNV votar una investidura del PP», ha dicho sobre los nacionalistas.

El puño y el «saludo romano»

El líder de Podemos no ha ocultado que se mueve con gusto en la provocación, en la guerra de banderas, de siglas y de símbolos.

«A muchos de ustedes les ofendió que levantáramos el puño en esta cámara que fue sumisa con la corrupción”, ha reprochado a Rajoy en el momento más bronco de su intervención. El presidente en funcionesha recogido el envite con sorna: «Señor Iglesias, ¿es usted el único demócrata que hay en esta Cámara, y es el único honrado que hay en España? Yo nunca le he reprochado que levante el puño… mientras no sea obligatorio».

Iglesias ha aprovechado la contrarréplica: «Ha sido imprudente su mención sobre la obligatoriedad de los símbolos, no se lo quería recordar pero su partido lo fundaron gente que fueron cuadros de una dictadura y que obligaban a hacer el saludo romano y llevar camisa azul”.

La retranca de Rajoy

Si en la réplica a Sánchez el presidente en funciones ya exhibió su retranca típicamente gallega, con el líder podemita ha ido a más. «Usted es estupendo, la quintaesencia de todas las virtudes, el único decente, independiente mientras el Ibex nos presiona a todos, posiblemente todos tengamos una habitación allí», le ha espetado.

«¿Hay alguien que tenga algo bueno que no sea usted?», «¿Somos malos por razones genéticas o lo hemos ido adquiriendo a lo largo de la vida?», ha proseguido Rajoy, levantando un sonoro aplauso en su bancada.

Y después: “A usted le votan obreros, abuelos, estudiantes… ¿Y a nosotros quién, solo los ricos?». La ocurrencia se correspondió con más aplausos.

Rajoy ha afeado a Iglesias que quiera colocarlos como un «espantajo», mientras ellos se reclaman protectores de los derechos de los españoles. «Somos un partido de centro derecha o de derechas si quiere usted, a veces acertamos y otras nos equivocamos, unas veces nos votan y otras no», le ha recordado.

El candidato del PP ha engrasado la artillería económica para replicar a Iglesias que «España es uno de los países en los que mejor vive la gente».

«No puedo aceptar la visión que transmite de nuestro país”, le ha abroncado. Tampoco ha dejado pasar la oportunidad de criticar la política de los ‘alcaldes del cambio’ y sus inversiones paralizadas.

«Usted me parece un tipo estupendo y tiene cosas buenas: tiene humor, es un buen orador, retranca. El problema es el resultado de su gobierno”, ha asumido después Iglesias,  para terminar admitiendo que es «un placer» debatir con Rajoy aunque «no ha sido frecuente». Rajoy ha recogido el guante con la misma ironía: «Me reconforta y me estimula para mejorar».