Malestar en el PSC por el referéndum ‘a la canadiense’ que propone Iceta

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Miquel Iceta. (Foto: EFE)

Varias agrupaciones y dirigentes del PSC han presentado enmiendas, de cara al congreso del partido, a la propuesta de la dirección liderada por Miquel Iceta de celebrar un referéndum ‘a la canadiense’ sobre el futuro político de Cataluña en caso de que fracase la reforma de la Constitución que propugnan los socialistas para mejorar el encaje catalán.

La ‘vía canadiense’ protagoniza un apartado de la ponencia política que el PSC debatirá en el congreso que celebrará del 4 al 6 de noviembre, y ha reabierto unas heridas que se creían suturadas tras la escisión del partido de los defensores del soberanismo.

La propuesta de la ponencia marco apuesta por impulsar una ley de claridad como la que se impulsó en Canadá para celebrar una consulta independentista con unas condiciones claras y pactadas; una ‘opción B’ que sólo se contemplaría en caso de que Catalunya rechace mayoritariamente la reforma federal, algo que no comparte la dirección nacional del PSOE.

Tampoco lo suscriben destacados dirigentes del PSC, como el primer secretario en el Bajo Llobregat (Barcelona), Antoni Poveda, y su homólogo en el Maresme (Barcelona), Xavier Amor; además del ex senador Carles Martí y el exdiputado del Parlament Joan Ferran.

Estos dirigentes discrepan del contenido de la ponencia porque rechazan la ‘vía canadiense’ -prefieren centrarse en la reforma constitucional y confiar en que será aceptada en Cataluña- y lamentan que la dirección del partido la haya incluido en la ponencia política sin haberlo debatido internamente.

El texto actual del documento defiende la reforma de la Carta Magna como la prioridad absoluta para abordar el encaje entre Catalunya y el resto de España, pero contempla también el escenario de que esta reforma sea rechazada por la ciudadanía.

Si los catalanes rechazan la reforma constitucional, sería entonces cuando el PSC pondría en marcha este ‘plan B’: «Los socialistas propondríamos al conjunto de los españoles otros instrumentos democráticos (por ejemplo, una Ley de la claridad como la canadiense) que establecieran la condiciones para, si procede, verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión».

Iceta defendió que esta vía canadiense «no es el derecho a decidir ni la autodeterminación ni ninguna unilateralidad ni una posición soberanista, es federalista; algunos consideran que es prematuro y otros quizá lo discuten porque creen que no es la mejor manera de abordar el problema».

«Seguimos convencidos de que la solución viene por la reforma constitucional, pero mucha gente nos pregunta: si sale que ‘no’, ¿qué pasa? Por eso salió esta posibilidad», precisó.

Enmiendas hasta septiembre

Las enmiendas a la ‘vía canadiense’ se abordarán en el congreso y, según fuentes socialistas, la dirección del partido las aplaude porque «el objetivo de la ponencia marco es que se vaya nutriendo de aportaciones para acabar aprobando un texto consensuado».

Algunas de las enmiendas ya presentadas abogan directamente por suprimir el párrafo que alude a la ‘vía canadiense’ y otras por redefinir el redactado, y se prevé que se registren más peticiones hasta que se acabe el periodo. En todo caso, la dirección prevé recopilarlas todas en septiembre.

 

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