El Gobierno afirma que gracias a sus reformas ya se puede crear empleo con un 0,7% de crecimiento

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Fátima Báñez y Mariano Rajoy en Tomares, Sevilla. (Foto: AFP)

El Gobierno de Mariano Rajoy sostiene en su Plan de Estabilidad remitido a Bruselas que la economía española ya puede crear empleo con crecimientos anuales del PIB en el entorno del 0,7%.

Tradicionalmente, en España no se ha comenzado a generar empleo hasta que el PIB avanzaba a tasas del 2 por ciento del PIB. Sin embargo, la actual recuperación ha roto con ese mito. Desde el primer minuto, la creación de puestos de trabajo ha aumentado exactamente al mismo ritmo que la economía. Si en la salida de la crisis del 93 el empleo tardó en crecer unos seis trimestres, en la actual recuperación se han creado puestos de trabajo tan sólo un trimestre después de que apareciesen las primeras cifras positivas de PIB.

Mientras que a mediados del año pasado la afiliación escalaba al 3,5% interanual, este abril la Seguridad Social tan sólo sumó un 2,6% más

Y eso precisamente ha llevado al Gobierno a afirmar en su Plan de Estabilidad enviado a Bruselas que la economía española ya sólo necesita crecer al 0,7% anual para generar empleo.

Por supuesto, el Ejecutivo alega ante Bruselas que este excepcional comportamiento se debe fundamentalmente a las reformas abordadas. Y no le falta razón. De hecho, tres estudios bastante rigurosos las avalan. La propia Comisión Europea sugiere que en ausencia de reformas se habrían evaporado otros 400.000 puestos de trabajo y que la recuperación del empleo habría sido menos robusta y más lenta. Otro documento, esta vez elaborado por Fedea y rubricado por José Ignacio García Pérez, constata que hasta un tercio de la reducción del paro puede atribuirse de manera directa a los efectos de la reforma. Además, este estudio carga directamente contra otro mito muy manido por la izquierda. Frente a la crítica habitual de que facilita el despido, el informe concluye que la reforma laboral no ha aumentado la probabilidad de que los indefinidos pierdan su trabajo, en parte porque la mayor flexibilidad interna que se ha propiciado compensa la rebaja de los costes del despido.

A su vez, un informe de BBVA asevera que se habrían salvado hasta 2 millones de empleos si las demandas salariales se hubiesen ajustado al comportamiento exhibido después de que entrasen en vigor la reforma laboral y el acuerdo salarial que suscribieron patronal y sindicatos en enero de 2012.

No obstante, la afirmación de crear empleo con un 0,7 de crecimiento puede resultar un tanto engañosa, ya que la próxima vez que la economía se sitúe en esas tasas probablemente esté destruyendo empleos fruto de la desaceleración, apuntan algunos expertos consultados.

De hecho, los datos de afiliación conocidos este miércoles reflejan una leve ralentización del mercado laboral. Mientras que a mediados del año pasado la afiliación escalaba al 3,5% interanual, este abril la Seguridad Social tan sólo sumó un 2,6% más, cuatro décimas por debajo de la proyección interanual del PIB ofrecida por el INE. Lo que significa que se está empezando a agotar la excelente carrera que llevaba el empleo, el cual crecía prácticamente lo mismo que el PIB debido a que las empresas se habían quedado con las plantillas en los huesos tras un lustro de sangrías de personal. Cuando el PIB crece exactamente lo mismo que el empleo, entonces la productividad no está mejorando. Y eso implica que la calidad del trabajo creado no es mucha. Así que lo normal sería que el ritmo de empleo se rebajase un poco, tal y como ya está sucediendo.

Como explica Valentín Bote, director de estudios de Randstad, la previsión de acabar el año con unos 400.000 puestos de trabajo creados se antoja un poco optimista dada la evolución de estos primeros meses. A este ritmo, el ejercicio probablemente se cierre en cifras algo menores.

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