CHAMPIONS LEAGUE: REAL MADRID - BAYERN DE MÚNICH

La partida de ajedrez entre Zidane y Heynckes también acabó en tablas

La partida de ajedrez entre Zidane y Heynckes también acabó en tablas
Jupp Heynckes y Zinedine Zidane protagonizaron una preciosa batalla táctica (EFE).
Hugo Carrasco

El partidazo de semifinales de la Champions League dejó una apasionante guerra de pizarras entre Zinedine Zidane y Jupp Heynckes. Ambos técnicos introdujeron cambios bastante interesantes respecto a lo visto en a ida y a lo esperado. Una batalla de la que el Real Madrid salió victorioso, pero en la que los alemanes fueron, de nuevo, ligeramente superiores. El conjunto madridista tiró de oficio para defender un marcador global que, pese a que se le complicó de inicio, le vuelve a plantar en la final de la Champions League, por tercera edición consecutiva.

Zidane planteó dos líneas de cuatro con Lucas retrasado al lateral, ante la ausencia de Carvajal, y con Sergio Ramos, Varane y Marcelo acompañándole. Sin embargo, la principal variante del técnico llegó en la medular. El francés sorprendió metiendo a Kovacic con Kroos, en lugar de Casemiro, con Modric en la ayuda al gallego en la derecha y dando cierta libertad a Asensio, moviéndose entre la izquierda y por detrás de los dos puntas, Cristiano y Benzema.

Sin duda alguna, el gran acierto del entrenador madridista fue meter a su compatriota acompañando a Cristiano, que por fin apareció, metiendo al Madrid en la final. En la ida, el portugués estaba solo en la delantera, lo que provocó que estuviera muy fijado por los centrales y que prácticamente no tuviera protagonismo. En esta ocasión, el francés, no sólo generó espacios, sino que se aprovechó del desconcierto de la defensa ante los dos puntas blancos, lo que le permitió marcar el primero libre de marca y el segundo, tras un error provocado por la presión madridista.

Por su parte, Heynckes planteó un 4-1-4-1, con Thiago Alcántara de pivote, en lugar de Javi Martínez, que llegó muy forzado. Tolisso era el recambio del internacional español en la línea de cuatro. Esta situación hizo que Lewandowski fijara claramente a la pareja de centrales madridista, lo que provocó que, en ausencia de Casemiro, la segunda línea del Bayern llegara con fácilidad al área madridista.

La defensa madridista sufrió durante todo el partido. Heynckes planteó  partido en el que sus ataques se centraban por la banda izquierda. Lucas hizo un marcaje al hombre a Ribery, lo que provocó que Modric estuviera encima de Alaba, en las internadas constantes del austriaco.

Pasados los 70 minutos, con los muniqueses a falta de un gol para eliminar a los blancos, Zidane dio entrada a Casemiro y a Bale, por Kovacic y Benzema. Heynckes, por su parte, metió a Wagner por Tolisso, retrasando a Lewandowski como segundo delantero. La variante del técnico alemán hizo facilitó aún más la llegada de los bávaros.

Al final, los blancos tiraron de oficio para defender el 2-2, que les daba acceso a la final de Kiev. Y lo consiguieron. El Real Madrid consigue meterse por tercera vez consecutiva en la final de la Liga de Campeones. Luchara por su tercera Champions consecutiva. La tercera desde la llegada de un Zidane que volvió a demostrar estar más que capacitado que para ser únicamente un buen gestor de vestuario.

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