Franco, contigo empezó todo

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Franco entrega la Copa del Generalísimo al Barcelona.
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Cuando los que rebasamos la cuarentena éramos pequeños, en el patio del colegio se hizo viral una canción con la música del himno nacional cuya letra decía:

Franco, Franco,
que tiene el culo blanco
porque su mujer
lo lava con Arieeeeel

La canción era pegadiza, irreverente y puede que un poco podemita, pero no era verdad. FRANCO NO TENÍA EL CULO BLANCO. No lo tomen textualmente. Desconozco el color de las posaderas del Generalísimo y también si Carmen Polo utilizaba detergente, jabón de Lagarto o gel de La Toja para su higiene personal, lo que quiero decir es que Franco no era del Real Madrid.

En realidad, al caudillo se la soplaba el fútbol como se la soplaban los derechos humanos y las libertades, o puede que un poco más. Es una leyenda urbana que el Real Madrid ganara las Copas de Europa por Franco, como lo son las muertes de Enrique Bunbury o la inmortalidad de Jordi Hurtado. Bueno, en esta última puede haber parte de verdad.

Franco no regaló ninguna Copa de Europa al Real Madrid, el que se las dio fue Di Stéfano. Primero, porque el peso del caudillo en la política europea era el mismo que el de Zapatero: no pintaba nada. Ni Franco ni el gobierno español tenían ni en los cincuenta, ni en los sesenta capacidad alguna para influir en asuntos europeos y menos con los franceses, creadores de la Copa de Europa, de por medio.

Segundo, no fue el Real Madrid el que se subió al carro de Franco sino al revés. El caudillo vio en los éxitos del equipo blanco la ocasión ideal para salir en la foto y sacar pecho en Europa de un equipo de españolitos que reverdecía los viejos laureles imperiales tan cacareados por el Régimen. Para Franco el Real Madrid era el mejor instrumento publicitario para demostrar lo bien que funcionaba todo en España bajo su firme mano.

Y hablando del Régimen, el único equipo que como tal fue el estandarte del ejército y, por extensión de la dictadura, fue el Atlético Aviación (hoy Atletico de Madrid), al que los amigos de Franco favorecieron siempre que tuvieron ocasión, empezando por salvarle del descenso en 1939, nada más terminar la Guerra Civil. Y luego vinieron algunas Ligas y Copas del Generalísimo de dudosa validez. Cualquiera se atrevía a pitar un penalti contra los militares.

El siguiente club más favorecido por el Régimen fue el Barcelona, ayudado por Franco en algunas cosas que cambiaron la historia como el fichaje de Kubala y las dos recalificaciones consecutivas firmadas por el Jefe del Estado para evitar la quiebra del club azulgrana por una deuda de 230 millones de pesetas, astronómica para la época.

Esa es la historia que ocultan en Barcelona mientras se encargan de esparcir mierda sobre la historia del Real Madrid. En realidad, como diría Piqué, con Franco empezó todo, pero para el Barça, que habría desaparecido de no ser porque al caudillo le interesaba tener un equipo potente en la segunda ciudad de España, porque en aquellos tiempos, aunque no se lo crean, Barcelona también era España.

Pero Franco murió hace muchos años, aunque algunos no se hayan dado cuenta. Después llegó la democracia y el Real Madrid siguió ganando Ligas, alguna Copa del Rey y sí, también Copas de Europa, concretamente tres más de veinte años después de que muriera el Generalísimo. Así que atribuir los éxitos del Real Madrid a Franco no sólo es un intento burdo y torticero de manipular la historia –algo a lo que en Cataluña están muy acostumbrados–, sino que también es una memez propia de cenutrios y que sólo puede ser creída por cenutrios.

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