Frases vergonzosas reflejo de lo que es la violencia obstétrica

Frases vergonzosas reflejo de lo que es la violencia obstétrica
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Desde hace mucho tiempo se está luchando por parte de distintos colectivos por acabar con la violencia obstétrica, es decir, la que sufren algunas embarazadas cuando dan a luz en un centro sanitario. Se trata de una violencia desarrollada por ciertos “profesionales” de la medicina y la enfermería que no sólo se expresa a nivel físico, llevando a cabo por ejemplo, una episiotomía cuando no es necesario, sino también a nivel verbal.

Precisamente para poder ponerle fin a los casos puntuales que se dan de ese tipo de daño a las gestantes, se han dado a conocer de manera pública algunas de las vergonzosas frases que han tenido que escuchar algunas embarazadas en el paritorio. Comentarios que, cuanto menos, tienen que ser rechazados de pleno por cualquier persona que sea humana, sensible y lógica.

¿Dónde se han publicado?

En el perfil de la red social Facebook “Basta de Violencia Obstétrica” es donde se ha procedido a hacer público un amplio conjunto de frases y comentarios de profesionales sanitarios que han vertido en su momento a mujeres que estaban dando a luz.

Ejemplos de frases reflejo de la violencia obstétrica

Una gran polémica es la que se ha suscitado a raíz de los citados mensajes que se han subido a la Red y que vienen a ser el reflejo real de ese tipo de violencia que han sufrido en su piel algunas féminas cuando estaban en el hospital recibiendo las atenciones necesarias para poder parir a sus hijos.

En concreto, entre los más significativos se encuentran los siguientes:

  • “¡No, no, no! Te ponés del lado izquierdo y no te movés. Si no haces lo que te digo, te abro”.

  • “Tienes un mioma, será cesárea. Te sale a tres mil pesos y, dependiendo de cómo esté el mioma, te sacó el útero. Total, ya tienes tres hijos”.

  • “Mi bebé estaba ingresado con una malformación en la unidad de neonatos cuando el cuerpo médico se acercó a preguntarme: “Dinos la verdad: ¿con qué te drogas?” Todavía me acuerdo y me dan ganas de llorar”.

  • “Antes de ir al quirófano, vamos a ver si hay latidos porque después el bebé nace muerto y la culpa es del médico”.

  • “Tus contracciones son una porquería”.

  • “Te tuve que cortar porque era cabezón”.

  • “Y no quiero escuchar ni un quejido mientras que estás empujando”.

  • “La madre más que ayudar molesta”.

  • “Esta pendeja no se va a poner un bikini nunca más en su vida”.

  • “¿Y cómo vas a estar sin anestesia? ¿Vas a estar tranquila? Porque yo mis oídos los quiero sanos”.

  • “¿Así que vos no querés epidural? Yo la doy igual te guste o no y si quiero vas a cesárea, y además uso fórceps eh”.

  • “Cállate o te duermo toda entera”.

  • “No seas caprichosa, estás haciendo mal las cosas, no sabés pujar. Hacé caso que si no traigo los fórceps y el pibe sale con la marca de tu taradez”.

  • “Pobre tu marido, sos media trastornadita”.

  • “Si no sale en la próxima contracción, te corto”.

  • “Te programo cesárea porque si empezás trabajo de parto a la noche yo no tengo todas las luces cuando recién me despierto. Vos no querés que te asista alguien dormido ¿no?”.

  • “Deja de llorar que te va a quedar la cicatriz en zig zag”.

  • “Deja de llorar que tampoco es para tanto”.

  • “Llegó tu cielo o tu infierno. Depende de vos”.

  • “Bueno, la próxima hacé un bebé más chiquito o pujá mejor”.

  • “Sos de las que no dilatan”.

  • “No sabes pujar. Es como hacer caca, ¿no sabes hacer caca, vos?”.

  • “Ahora mando yo”.

  • “Tenés el cuello más cerrado que el culo de una muñeca”.

  • “No sé como tu obstetra te mandó a parir en este hospital que funciona para la mierda”.

  • “No te preocupes que a las 12, a más tardar, si no sale por la puerta sale por la ventana”.

  • «Te la voy a dejar como de 15».
  • «¿Otra vez vos? ¿Qué te pasa ahora? Mira que esto va para largo mami, así que deja de apretar el botoncito».
  • «A cuchillo, esa bebe no quiere bajar».
  • «Espera dos años si querés parto vaginal y te vas a un hospital público».
  • «Mira, yo estoy para cosas importantes no para atender a una que venga con dolorcitos».
  • «No te podes quejar, te cosí mejor que el matambre que hice anoche».

Estas son algunas de las frases que parturientas han tenido que escuchar y soportar cuando estaban en el hospital dando a luz y que son un reflejo de parte de la violencia obstétrica con la que hay que acabar. No obstante, hay que tener en cuenta que afortunadamente la gran mayoría de los médicos y enfermeras que trabajan en hospitales son personas comprometidas con su trabajo y verdaderos profesionales que no llevan a cabo ese tipo de daño a las mujeres.

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